Chopard Diamantes Felices 18K
Chopard Diamantes Felices 18K
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48 happy diamonds
Picked for you by Karol
This watch was made in the 1990s
Modelo: Diamantes felices 18K
Colección: Diamantes felices
Referencia: 4103
Año: 1990
Alcance de la entrega: embalaje zrhbrg con activo digital
Vidrio: Cristal de zafiro
Material de la Caja: 18ct. Oro sólido
Material del bisel: Diamante engastado de 18 quilates. Oro sólido
Material del fondo de la caja: 18ct. Oro sólido
Índices: Ninguno
Estilo de mano del dial: manos de palo
Calibre: 201
Calibre base:
Número de piedras: 7
Tipo de cierre: cierre de llave
Material del cierre: 18ct. Oro sólido
Circunferencia de la muñeca: - 16,5 cm
Acerca del reloj
El reloj Happy Diamonds del diseñador interno de Chopard, Ronald Kurowski, ganó el premio Baden-Baden Rose d'Or en 1976 y rápidamente captó la atención de los conocedores y del público en general. La idea de que los diamantes se movieran libremente alrededor de la esfera del reloj era innovadora, pero presentaba un desafío técnico. La dureza de los diamantes significaba que rayaban cualquier superficie que tocaran, incluso cuando se sostenían entre dos cristales de zafiro. La solución fue cubrir los diamantes con una fina capa de oro. El reloj Happy Diamonds se consideró vanguardista tanto en concepto como en diseño y se convirtió en un reloj clásico que contribuyó significativamente a la reputación de la marca. El diseño del reloj se prestó a varias versiones y, en 1993, Caroline Scheufele reinterpretó el concepto como Happy Sport. Esta nueva versión ofreció un terreno de juego aún mayor para los famosos diamantes errantes y se convirtió en un éxito planetario.
Acerca de la marca
En 1860, Louis-Ulysse Chopard fundó L.U.C en el pueblo suizo de Sonvillier. La empresa rápidamente ganó reconocimiento por sus relojes de bolsillo exquisitamente elaborados, ultrafinos y de alta precisión, que se vendieron en toda Europa, incluido el zar Nicolás II. Chopard siguió siendo una empresa familiar hasta 1963, cuando fue comprada por Karl Scheufele III, miembro de una dinastía relojera alemana que buscaba ampliar la participación de su empresa en la industria. Esta adquisición revitalizó a Chopard y pronto se convirtió en un nombre muy conocido tanto en joyería como en relojería. Hoy en día, las instalaciones de fabricación de alto nivel de la empresa están ubicadas tanto en Ginebra como en Fleurier (Val de Travers). Chopard reconoció la importancia de la autosuficiencia para una empresa independiente y estableció sus propias instalaciones de producción de relojes mecánicos en 1996. Aunque sigue firmemente arraigada en sus valores tradicionales, la empresa mira hacia el futuro con confianza.